viernes, 14 de febrero de 2014

La huelga como oportunidad educativa

Colmenar Viejo, noviembre de 2013
La huelga como oportunidad educativa
Aprender a hacer huelga desde el primer ciclo ESO

Son numerosas las circunstancias que coinciden en este tipo de situaciones que pueden dar lugar a desafortunados malentendidos entre Dirección, profesorado, alumnado y familias, y que pueden evitarse fácilmente con un poco de información contextualizada.

En primer lugar, la comunicación de Dirección en relación a las convocatorias de huelga se expresa en los términos más neutros y objetivos, a fin de que no pueda interpretarse de su parte incitación o coacción al respecto de la convocatoria. Así, se hace referencia al espítitu de lo establecido en la Ley Orgánica 6/1985, reproducida exactamente en la legislación posterior vigente, que literalmente establece que “…las decisiones colectivas que adopten los alumnos, a partir del tercer curso de la educación secundaria obligatoria, con respecto a la asistencia a clase no tendrán la consideración de faltas de conducta ni serán objeto de sanción…”

Por su parte, nuestros hijos e hijas de 1º y 2º pueden recibir de sus delegados de clase y algunos profesores información que parece contradecir lo expuesto en ese comunicado y, dado que la ley no prohibe textualmente su derecho a responder a la convocatoria de forma colectiva, pueden animarse a realizar votaciones para decidir colectivamente su posicionamiento ante la convocatoria de huelga y llegar a casa convencidos de la decisión consensuada.

Llegada la jornada de huelga convocada, la Jefatura de Estudios puede plantearse hasta qué punto la falta de asistencia de los alumnos está respaldada por sus padres y decide verificarlo. Este es el punto de mayor confusión en las familias, pero lo cierto es que se dan casos de padres y madres que se enteran de que su hijo o hija no está en el instituto por la llamada del Jefe de Estudios.

A estas alturas, lo único que queda claro es que si las familias conocemos de antemano todas estas circunstancias, trabajamos el tema en casa y comunicamos al centro nuestro conocimiento de la decisión tomada por nuestros hijos e hijas*, en realidad, podemos aprovechar esta oportunidad para mejorar nuestra labor como principales referentes educativos, para conocer y valorar el grado de concienciación y responsabilidad social que tienen y para exigirles una mínima coherencia personal. Hacer huelga no es estar de vacaciones y eso debe quedarles meridianamente claro.

Por un lado, tienen que entender que si quieren que apoyemos su decisión de secundar una huelga tienen que demostrar que tienen cierto conocimiento de lo que implica una huelga y, en concreto, los motivos y reivindicaciones específicas de la huelga a la que se les convoca. Además, deberían acompañar su decisión con ciertas actuaciones que avalen la validez de su criterio, esto es, cierto interés por la actualidad y la información política. Por último, deberíamos exigirles ya cierto grado de coherencia personal y que si quieren secundar la huelga, es de recibo, que estén dispuestos también a participar en concentraciones, manifestaciones u otras actividades reivindicativas relacionadas con la convocatoria de huelga.

En definitiva, desde el Ampa os invitamos a realizar cada uno y cada una las reflexiones que consideréis oportunas para que, entre todos, podamos mejorar la coherencia en nuestras comunicaciones y actuaciones ante el alumnado. Todo indica que pronto recibiremos más convocatorias de movilización y se nos presentarán nuevas “oportunidades”, no las desaprovechemos.
Junta Directiva
Ampa IES Rosa Chacel


(*) Existen impresos a este efecto en la secretaría del centro, aunque una simple nota al tutor bastaría.  

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